Hablo de el. De cambiar motivos y causas. Hablo de lo que produce su risa, de como el tiempo se para cuando se me acerca, de como decirle que no asintiendo con un sí, hablo de estropear el velocímetro de su cuerpo, de como hacer el amor y vivir entre puntos suspensivos y olvidar los finales.
No hablo de un para siempre, hablo de un "cada día más" y del "continuará" al final de cada episodio, del "te odio" de cada mañana cuando por dentro reviento a amor. No hablo de hacer planes que organicen nuestra vida, hablo de que nuestra vida nos organice a nosotros, hablo de tenerle vértigo a la altura que estamos cogiendo, hablo de olvidar el paracaídas y hacer escapadas. Porque si hablo de huir tal vez hablo de ir a buscarte, hablo de tácticas, de estrategias, de terapias de choque para perder el miedo, hablo de repetir noches y noches a tu lado para que nunca se haga de día, hablo de lo que duele la distancia.
No hablo de ella, ni de la otra, ni de el, hablo de ti. No hablo de otros que no seamos nosotros, que nadie aquí ve algo que no sea de los dos, hablo de noches en vela, de días en mayúsculas que me hagan recordar por qué estoy aquí, de electrocardiogramas mal hechos.